Tarea 6 Artículo final
Artículo
final
Bloque
1: Este
primer bloque trata sobre la literatura infantil, su evolución histórica y sus
características, dentro del género al que pertenece: la literatura de autor.
Hemos aprendido que para que una obra sea de literatura infantil debe ser un
texto literario y para ello cumplir con unas características concretas: que sea
narrativa, poesía o texto teatral (es decir un género literario), que la
función lingüística predominante sea la función poética, que sea un texto de
ficción y por último que el objetivo del texto sea el arte por el arte. Este
último aspecto es importante ya que diferencia a un texto literario de un texto
paraliterario. Los textos paraliterarios pretenden utilizar el libro como medio
para enseñar algo concreto, al contrario que los textos literarios en los que
la finalidad es artística, pese a que durante la lectura se aprendan cosas.
Visto esto, vemos que hay dos clases de literatura
infantil: una es aquella que componen las obras escritas para un público
infantil y la otra está dirigida a adultos, pero los niños han acabado leyendo
obras de este estilo, bien por imposición, bien por propio interés. Además, hay
que tener en cuenta que los inicios de la literatura infantil estuvieron
marcados por la ausencia del género en sí, es decir que muchos niños si leían
(otros eran analfabetos), leían obras dirigidas a adultos, al no existir un
género hecho para ellos.
En el trabajo se nos pedía que seleccionásemos un libro de
literatura infantil siguiendo los criterios de adecuación a su edad y lo
analizásemos, justificando dicha elección. Para ello he aprendido a tener en
cuenta los siguientes aspectos:
-
Aspecto externo del libro: los niños, al igual
que los adultos se fijan en las portadas y eligen a veces en función de si les
llama la atención o no.
-
Ilustraciones: Según la edad este aspecto va
variando, no vale solamente con que el libro tenga dibujos.
-
Tipografía: Es importante no solamente que los
niños puedan leer la tipografía utilizada, si no que ésta les motive a
continuar leyendo.
-
Tema: Los niños van cambiando de intereses a lo
largo de los años y por tanto habrá temas que les interesen más que otros
-
Estructura: Es necesario tener en cuenta la
estructura de la obra elegida, ya que, si no está adaptado a su edad, podrían
no llegar a entender lo que leen o simplemente aburrirse.
-
Valores y contravalores: Siempre teniendo en
cuenta que no sean textos paraliterarios que pretendan inculcar valores a
través de la lectura del libro.
-
Protagonistas: Al igual que varía su interés
por los temas de los libros, también varía su interés por los tipos de
protagonistas. Hay edades en las que los animales son protagonistas favoritos
de los niños y otros en los que lo serán los super-héroes por ejemplo.
-
Lenguaje: Es primordial que el niño entienda lo
que lee y que encaje con su edad.
El objetivo del trabajo era por tanto descubrir los
distintos géneros, ahondar en los libros actuales de literatura infantil y en
definitiva aprender a elegir libros para niños que se encuentren en la etapa de
primaria.
Bloque
2: Esta
parte está dedicada a la literatura folclórica. Ésta se caracteriza por tres
aspectos: se ha transmitido de forma oral, existen diferentes versiones de cada
historia y hasta que algún escritor decidió llevarlo al papel, la literatura
folclórica era transmitida de forma anónima, es decir no tenía dueño. En cuanto
a los textos folclóricos a la hora de clasificarlos hemos visto que una forma
sería la siguiente:
-
Textos en verso: que serían aquellos para
recitar, cantar y jugar. Ejemplos: trabalenguas, adivinanzas, canciones de
palmas etc.
-
Textos en prosa: mitos, leyendas, fábulas y
cuentos
Para la actividad que se nos plantea en este bloque se nos
pide que sobre todo nos centremos en los cuentos folclóricos. Estos se
caracterizan por ser un tipo de cuento maravilloso con una estructura interna
muy concreta, que comienza con una fechoría inicial (planteamiento), las
acciones del héroe (nudo) y desenlace (en algunos casos un final feliz y en
otros no). Lo que sí está claro es que la estructura de estos cuentos es
lineal, no hay saltos en el tiempo, ni se mezclan acciones ocurridas en el
pasado con las del presente, todo ocurre en un orden cronológico. Otro aspecto
de los cuentos folclóricos es la existencia en ellos de las fórmulas de entrada
y salida. Estas oraciones que todos conocemos (Érase una vez o colorín
colorado) tuvieron en otras épocas un significado místico que con el tiempo se
ha ido perdiendo. Los cuentos folclóricos incluyen dentro del elenco de sus
personajes a figuras fantásticas como por ejemplo hadas, duendes o magos y
siempre hay un héroe o heroína que se enfrenta a un enemigo. Algunos escritores
de cuentos folclóricos son Perrault, los hermanos Grimm, Hans Christian
Andersen o los españoles Calleja y Fernán Caballero.
En el bloque 2 se nos propone seleccionar tres textos
folclóricos (con al menos un cuento entre ellos) en su versión más original, es
decir evitando adaptaciones infantiles. De nuevo es importante que evitemos la
literatura paraliteraria, por lo tanto, habrá que tener cuidado con no utilizar
las moralejas como una enseñanza moral. Además, no debemos olvidar que a pesar
de estar permitido una adaptación y/o selección de los textos, no hay que
aplicar la censura al elegirlos porque creamos que los niños no lo van a
entender. Por último, se diseñará una actividad en el aula para trabajar estos
textos, a poder ser a modo de cuento – fórum. A la hora de realizar la tarea
hay que tener en cuenta varios aspectos:
-
Los textos folclóricos están pensados para
contar, no para leerlos en clase
-
Los personajes que encontremos en estos textos
folclóricos no tienen porque ser personajes con los que se identifiquen
nuestros alumnos.
-
Hay que tener en cuenta lo que nos brindan los
cuentos folclóricos a la hora de llevarlos al aula:
·
a través de ellos transmitimos aspectos
culturales e históricos de una región y esto tiene un valor muy alto.
·
Cuando trabajamos con estos textos los niños
trabajan sus habilidades lingüísticas en el área del lenguaje oral.
·
Supone el primer acercamiento al cuento para
los niños.
Bloque
3: Los
contenidos de este bloque estaban relacionados con la literatura española y concretamente
con la cultura literaria. Los componentes más importantes de la literatura como
acto comunicativo son el emisor, el receptor y el mensaje. Hay muchos tipos de
emisores, pero su tarea es siempre transmitir un mensaje al receptor, que es
interpretable de distintas formas por parte del receptor. Se considera que el
receptor es en el fondo el protagonista de todo este proceso, ya que, al recibir
el mensaje, hace propia la información que absorbe.
En otros bloques hemos visto los tres grandes géneros
literarios y hemos aprendido técnicas para presentar estos géneros a los niños
de la etapa de primaria. Sin embargo, también es esencial introducirles en los
subgéneros, eso sí, siempre utilizando ejemplos para que ellos se hagan su
propia idea de lo que es cada uno. Estos subgéneros son:
-
Lírica
-
Épica
-
Dramática
Así mismo hemos visto que en ocasiones no es tan fácil que
los niños por su cuenta diferencien los géneros entre sí, guiándose por las
características que teóricamente les identifican. Esto ocurre por ejemplo con el
verso, un género que se tiende a relacionar con el acto de rimar y pese a ello
tenemos casos a lo largo de la historia, donde se ha reinventado el verso y las
rimas han desaparecido en ese proceso (Generación del 27).
A lo largo del bloque se nos dan de nuevo algunas pautas a
la hora de seleccionar textos, autores o corrientes literarias, adecuados a los
niños de 6 a 12 años. Voy a enumerar algunas de ellas:
-
Hay que prestar atención al interés natural que
tengan los niños por la literatura, es decir si elegimos temas que no les
interesan, corremos el riesgo de alejarnos de su realidad.
-
Pese a que los libros de texto suponen una guía
en cuanto a selección de autores literarios, siempre podemos ir más allá y seleccionar
algún autor que no aparezca en estos libros, si pensamos claro que será de
interés para los niños.
-
En la medida de lo posible, hay que intentar
evitar la adaptación de los textos elegidos, solamente en casos donde veamos
que los niños no van a comprender el vocabulario empleado, podríamos adaptar el
texto (por ejemplo, traducir del castellano antiguo al castellano moderno). Así
mismo, se permite reducir el contenido de las obras, si son muy largas, pero sin
poner en riesgo la coherencia del texto.
-
Otras formas de adaptación aceptables serían
aquellas que hace libremente el maestro, narrando él mismo la historia de un autor
o el argumento de una obra.
En cuanto a la propuesta de actividad, en este bloque se
nos pide que seleccionemos un autor y/o movimiento literario y una selección de
obras suyas, para diseñar una semana cultural en un colegio en la etapa de
primaria. Por tanto, se trata no solamente de elegir bien los textos, si no
también de diseñar actividades atractivas y que hagan a los alumnos partícipes
del autor trabajado. Para ello, deben ser actividades que provoquen su interés
por lo trabajado, deben por supuesto ser lúdicas y participativas y finalmente hacerles
reflexionar sobre todo el proceso. Finalmente, hay que tener en cuenta toda la
organización que supone una semana de este calibre, prestando atención a la temporalización,
los cursos en los que se aplica etc.
La lectura comprensiva implica un proceso emocional en el
que el niño genera un nexo afectivo entre sí mismo y aquello que lee. Esto
permite que se identifiquen con personajes o situaciones y que al final de la
lectura realicen juicios sobre lo leído.
El proceso lector comienza de forma natural con el placer
del niño por escuchar narraciones de cuentos. Aún, cuando el niño todavía no
lee, descubre un mundo a través de las palabras de los libros que le abre a infinidad
de experiencias emocionales. Más adelante, comenzará a leer y con ello empieza una
etapa en la que esta actividad se convierte en un reto por entender todo cuanto
está compuesto por letras. Poco a poco podrá ir leyendo libros de su interés
por su cuenta, sin necesitar el apoyo de la narración. No obstante, es entonces
cuando se produce el riesgo de que el niño lector pierda el interés por la
lectura. Esto puede ocurrir por diversos motivos, pero los maestros tenemos la
obligación de no ser uno de estos motivos. En el momento en el que dejamos de
presentarles la literatura como un placer y un entretenimiento y comienza a ser
una obligación o algo que hay que “estudiar”, se corre el riesgo de perder el
interés del niño.
Una herramienta muy útil para acercar la literatura a los
niños de una forma natural y atractiva son los planes de animación a la
lectura. Para una correcta aplicación de este método es indispensable que el
animador sienta pasión por el plan que va a llevar a cabo y que se prepare bien
tanto las actividades como la elección del libro. Por lo general, el hecho de
conocer las características de la edad con la que se va a trabajar el libro, suele
aportarle mucha información para elaborar un buen plan de animación a la lectura.
Los objetivos de animación a la lectura son los siguientes:
-
Que el niño descubra el libro
-
Acompañarle en el proceso que supone leer de
forma pasiva a leer de forma activa
-
Generar en él un placer por la lectura
-
Abrirle el abanico de la variedad de libros que
hay
-
Comprender, gozar y reflexionar.
Fases en la animación a la lectura
1. Antes
de la lectura
-
Establecer un primer contacto con el objeto del
libro en sí, es decir que información encontramos a primera vista.
-
Producir un acercamiento al autor de la obra
-
Jugar a suponer que podría ocurrir, sin haber
leído aún nada.
-
Investigar sobre algunos aspectos interesantes
para la comprensión
-
Hacer una identificación previa a la lectura
con los personajes o situaciones que a primera vista se presentan en el libro.
2. Durante
la lectura
Esta fase es vital para una animación lectora
bien hecha, no podemos dejar a los niños “abandonados” en su lectura, si no que
haremos bien en acompañarles. Para ello, diseñaremos actividades dirigidas a
centrarse en los elementos de la obra, por ejemplo, los personajes, ver si han
entendido lo que ocurre en ella y escuchar sus valoraciones personales sobre lo
leído. Este último paso es muy importante, ya que tal y cómo hemos visto en el
bloque anterior, el receptor es el verdadero protagonista del proceso lector.
3. Después
de la lectura
Una vez terminada la lectura del libro, es
el momento de, a través de actividades animarles a sintetizar lo leído y sacar
conclusiones. Además, es conveniente animarles a qué relacionen elementos de la
obra entre sí, por ejemplo un personaje con una acción concreta. Se hablará
también de cómo hechos interpretan los hechos ocurridos en la historia leída y
de sus valoraciones. Siempre habrá que tener en cuenta que el proceso de
lectura es un proceso emocional y por tanto se requiere de un cierre adecuado
que les deje huella.
Visto todo el proceso de animación a la
lectura, lo que se nos proponía como futuros maestros, era elaborar un plan de
animación para un curso concreto y seleccionando un libro acorde a esa edad.
Bloque
5: Este
bloque está destinado a fomentar la creación literaria en el aula. Para ello, se
ofrecen unas pautas para la creación de distintos géneros. No siempre se ha
trabajado correctamente la creación literaria en las aulas de primaria. En
ocasiones se ha caído en dirigir esta área a simplemente escribir, sin prestar
atención al contenido, ni al género. Esto ocurre mucho con las redacciones. Las
redacciones en sí mismas no aportan nada, ya que no se le da al niño ninguna
información acerca del tipo de escrito que se le está pidiendo que realice. No
es lo mismo decirle a un alumno que escriba una redacción sobre el verano, que
especificarle que escriba un cuento en el que aparezcan palabras relacionadas
con el verano o que describa algo que le recuerde al verano. A nivel de
motivación además, el pedirle a un niño que simplemente escriba una redacción,
se queda muy corto.
Otro fallo que se suele cometer en las
aulas a la hora de valorar las creaciones literarias de los niños, es centrarse
solamente en corregir la ortografía y la gramática y no dar un feedback rico en
matices, sobre la creación en sí. Así mismo, hay que evitar hacer juicios sobre
la originalidad de las creaciones de los alumnos, ya que la regla de oro en la
creación literaria es que los actos de creación son perfectos en sí mismos.
Vamos a repasar la creación de los tres
grandes géneros: la prosa, el verso y la dramatización.
Creación en prosa
Hay un esquema muy básico que puede ayudar
a los niños a organizar el proceso de creación:
1. Apuntar
las primeras ideas que les surjan en un papel
2. Organizar
esas mismas ideas a través de una estructura
3. Aunar
todas esas ideas en un primer texto que servirá de borrador.
4. Revisión
formal por parte del maestro prestando atención a aspectos como la puntuación,
la expresión, la acentuación y las redundancias.
5. Corregir
el texto
6. Pasar
a limpio la creación
Creación
en verso
Uno de los
aspectos que no debemos olvidar a la hora de presentar la creación en verso, es
que la poesía no tiene porque rimar. Vamos a presentar el verso como un juego,
al igual que se ha hecho con la prosa.
Creación dramática
Los textos dramáticos son quizás los más difíciles de
encontrar, si lo que buscamos son textos adecuados a una edad (que los
comprendan y que sean de su interés). Por ello, siempre podemos transmitirles
herramientas para que aprendan a crear sus propios textos dramáticos, respetando
el formato de la creación dramática (las escenas, los diálogos…) y finalmente
si les apetece interpretándolo.
En este bloque se nos sugieren una serie de estrategias
para romper el hielo con el proceso de creación y dejar volar la imaginación. Las
estrategias de la prosa, sirven en su mayoría para la creación dramática.
La idea es que como maestros creemos, utilizando algunas de
estas estrategias, u otras que encontremos, tres textos literarios. Cada uno
corresponderá a un género y servirá para “enganchar” a los alumnos y animar a
que ellos mismos hagan lo propio. Por último, crearemos un libro físico
plasmando alguna de las creaciones elaboradas por nosotros. Este libro está
pensado también a modo de ejemplo, para que los alumnos con su propia
creatividad se animen a fabricar sus libros. Siempre es recomendable, eso sí,
que nuestra creación no sea difícil de fabricar, que sea resistente y que no suponga
una inversión muy grande en cuanto a materiales.
MI APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA Y SU USO EN MI FUTURO DOCENTE
En el primer bloque, he aprendido que no
solamente es importante seleccionar textos adecuados a cada edad, si no también
tener en cuenta los cambios generacionales. En mi caso elegí el libro “Las
brujas” de Roald Dahl, motivada por considerarlo un libro interesante para niños
de 9-10 años. Mi consideración podía estar equivocada, debido a que este fue un
libro que “enganchó” mucho a los niños de una generación, que no es la actual
(se escribió en 1983). Es cierto, que en lugar donde trabajo me llevé la
impresión de que varios niños estaban interesados por esta obra, pero es
posible que fuesen solamente aquellos niños qué de todos modos, leen de todo.
Por lo tanto, en el futuro tendré en cuenta no alejarme demasiado de la realidad
que viven los niños de la generación a los que enseño. Este trabajo también me
ha servido para distinguir entre el argumento y los temas que se tratan en los libros
de autor. Es importante tener esto claro, ya que, a la hora de elegir un libro
para trabajar en el aula, tendremos en cuenta que les preocupa o que les motiva
a nuestros alumnos, según el momento evolutivo en el que se encuentren.
En el segundo bloque, el aprendizaje más
importante que me llevo es el del uso correcto de los cuentos folclóricos a la
hora de trabajarlos con alumnos de primaria. Me refiero, a qué no se trata de
dar lecciones morales a los niños a través de estos cuentos, ni seleccionar
solamente aquellas obras que consideremos que enseñen algo. Se trata
simplemente de darles a conocer una parte de la historia de la literatura y de
que a través del folclóre literario se transmitan aspectos culturales y
sociales de cada época. Creo que todos hemos pensado siempre que este tipo de
cuentos contaban con una moraleja para enseñarnos unos partrones de
comportamiento y sin embargo esa idea está muy equivocada, ya que antiguamente esas
mismas historias, ni si quiera incluían una moraleja.
En el tercer bloque, se nos pedía que diseñásemos
la programación de una semana cultural destinada a dar a conocer un autor o
movimiento literario. Este trabajo estaba compuesto de una parte individual y
otra en grupo, que en mi caso fue en pareja. Creo que este ha sido una de las
tareas que más trabajo me ha llevado, debido en parte a la dificultad que
suponía la elección: dos autoras de la generación de los 50. He descubierto el
esfuerzo que conlleva organizar toda una semana literaria para un ciclo de
primaria, teniendo en cuenta días, horas, recursos, ratios de grupos y por
supuesto la edad con la que se va a trabajar. Uno de los aprendizajes más significativos
que me llevo al realizar este trabajo, es la importancia de acompañar la
lectura de aquello que se trabajará después en una semana de cultura literaria.
Al principio organizamos la semana de tal manera, que los niños tenían que haber
leído previamente una novela completa. Nos dimos cuenta, a través de las indicaciones
de la profesora, que por un lado este trabajo de lectura era muy denso y por
otro que no se acompañaba el proceso de lectura. Por lo tanto, existía el
riesgo de que durante la semana literaria los niños no hubiesen llegado a
comprender aquello que habían leído o incluso hubiesen perdido el interés.
En el cuarto bloque, el de animación lectora,
he disfrutado mucho al hacer la actividad. El libro que elegí me gustó
muchísimo y entendí la condición de la que nos hablaba la profesora en el
módulo docente: “La primera condición en el desarrollo de las estrategias
propias de la animación a la lectura es la preparación y el entusiasmo del
animador”.
Yo misma me sentí muy segura con la
elección del libro y continuamente se me ocurrían formas de trabajar la obra en
el aula durante el proceso de acompañamiento. Uno de los aprendizajes que me
llevo al realizar esta actividad, es el de prestar la misma atención a las
actividades de después de la lectura que a las otras. En mi caso, en el primer
esbozo de actividad, la parte posterior a la lectura quedó un poco escasa y
faltó animar a los niños a reflexionar sobre lo leído, que compartiesen sus
impresiones, etc. Este trabajo me ha ayudado también a tener en cuenta los
aspectos organizativos, a la hora de preparar un plan de animación a la lectura,
es decir especificar qué espacio voy a usar y con cuántas sesiones contaré para
la puesta en marcha.
En el quinto bloque he creado tres textos
propios, cada uno de uno de los géneros requeridos. Además, uno de los textos
se ha plasmado en la creación de un libro. Esta actividad me ha hecho
recapacitar, sobre la forma en la que se nos ha presentado la creación
literaria, a las generaciones anteriores. Las estrategias planteadas en el
módulo docente me han parecido muy interesantes y me han sido muy útiles. Uno
de los aspectos de los que más he aprendido es el de partir de cero para crear
una obra dramática para niños. Tengo que reconocer, que antes de leer las
estrategias del módulo docente, me parecía muy complicado crear una obra de teatro.
Esta idea preconcebida seguramente venga de que cuando yo era pequeña, no era algo
que se hiciese en los colegios, jamás se nos animó a escribir una obra de teatro
libremente. Una vez que partes de alguna de las estrategias de creación literaria,
se te ocurren infinitas ideas para llevar a cabo en el aula y que sirven de
motivación para que los niños hagan lo mismo.
Tras cursar la asignatura, me doy cuenta
de que hay ciertas prácticas pedagógicas que se llevan a cabo en los colegios,
que no están bien planteadas, o al menos no tienen en cuenta la perspectiva de
los niños. En muchos casos se usa la literatura como un elemento didáctico,
pero no artístico ni de entretenimiento y sin embargo es una paradoja, ya que
los niños aprenden jugando. Además, veo que a veces la selección de lo que se
va a trabajar en el aula no se renueva ni se revisa. Lo que hace unos años
podía motivar y valer al niño como ejemplo, puede provocar el efecto contrario
en los niños de hoy en día. Es esencial, que tengamos en cuenta qué les
interesa a los niños a cada edad y a cada generación.
No dudaré en usar en mi futuro docente los
conocimientos adquiridos a través de la asignatura. Para ello he apuntado unas
cuantas pautas que me servirán para no olvidar lo más esencial:
- - Prestar atención a la selección de obras y autores
- - No considerar obras que podrían valer, por pensar que los niños no las van a comprender
- - No moralizar a través de la literatura
- - Dejar siempre un espacio para la reflexión y la valoración por parte de los niños de aquello que han leído
- - Presentar las actividades de lectura cómo un juego
Por último, dejo aquí una lista de páginas web que me han
ayudado a lo largo del semestre para la investigación y la realización de las
actividades:
Perfecto.
ResponderEliminarAunque debes acostumbrarte a referenciar, siempre, usando las normas APA.
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